miércoles, 10 de abril de 2013

Messi sufrió como nunca sentado en el banquillo


Leo Messi vivió con muchos nervios la primera parte desde el banquillo. El delantero argentino estuvo en primera fila, se mordió las uñas sin parar y se mostró especialmente inquieto ante el desarrollo del partido.
El mal partido de sus compañeros hizo que Messi viviera especialmente tenso el partido ante el PSG. Se mordió las uñas sin parar, gesticuló ante las llegadas continuas de Lucas Moura, Lavezzi e Ibra y antes del descanso se le vio incluso de pie con especial nerviosismo.
Poco tiempo más duraría en el banquillo. Tras el gol de Pastore, Tito recurrió a la 'pulga' y entró en el minuto 62 para tratar de revolucionar el choque. Sin su chispa habitual, casi a medio gas, a Messi le bastó con iniciar una jugada en tres cuartos de campo para marcar diferencias. Asistió a Villa y Pedro hizo el resto.
Tras el gol, a Messi se le vio que no estaba en plenas condiciones físicas. No tuvo las arrancadas de siempre y decidió no forzar con largas conducciones. Aún así, tocado y muy lejos de estar el cien por cien, volvió a ser decisivo.

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